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Se bañó de arena y comió coricos; así fue la llegada de Bireki a Mazatlán | VIDEO

El Bioparc El Encanto será el nuevo hogar que Bireki compartirá con su novio, Big Boy, ahora en tierras porteñas.

Enrique Chan
20/05/25

Se bañó de arena y comió coricos; así fue la llegada de Bireki a Mazatlán | VIDEO

Bireki se adaptó rápidamente a su nuevo hogar. (FOTO: enrique Chan).

Con un baño de arena, Bireki, la elefanta del Ostok Sanctuary de Culiacán, llegó a su nueva casa en Mazatlán, donde a partir de la fecha estará resguardada bajo los cuidados de especialistas del Bioparc El Encanto.

Este nuevo hogar, que Bireki compartirá con su novio, Big Boy, se encuentra ubicado en el camino a la comunidad de Camacho, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Mazatlán por la carretera libre a Culiacán.

Ahí, esta elefanta de más de tres toneladas vivirá con otras especies que arribaron a este nuevo santuario este martes, al cual, al menos ella, se adaptó a los pocos segundos de salir del contenedor en el que fue trasladada procedente del santuario Ostok, en la capital sinaloense.}

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Los primeros pasos que dio ya en tierras mazatlecas, Bireki jugó con la arena e incluso se dio un baño; además, tomó agua y comió coricos que le ofrecieron como bienvenida.

La historia de Bireki

Bireki, hija de padres chinos, nació el 17 de septiembre de 1991, siendo la primera elefanta con descendencia oriental en nacer en México; esto ocurrió en Parral, Chihuahua, dentro del Circo Daktari de los hermanos Juan y Gustavo Esqueda.

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La cría pesó 80 kilogramos y midió 70 centímetros de estatura y fue nombrada Bireki, que significa "niña única" en Tarahumara.

Bireki logró crecer y desarrollarse fuerte y sana por 23 años en el circo Daktari que recorrió buena parte del país, hasta que reformas en leyes de protección animal prohibieron el uso de animales en circos y otros espectáculos; en el caso de ella, se argumentó que no estaba en óptimas condiciones de salud.

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En junio de 2022, Bireki llegó al santuario Ostok para reunirse con Big Boy, un elegante asiático con el que se busca preservar la especie que se encuentra severamente amenazada de extinguirse.

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