¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 4 de junio de 2025

El santoral del 4 de junio, la Iglesia Católica celebra a dos personalidades religiosas que son recordados por sus hazañas dentro de la religión.

Este día se celebra a San Quirino, quien fue encarcelado por promulgar su fe, y a San Francisco Caracciolo, quien ayudo a los más necesitados, según el portal del Vaticano.

Historia de San Quirino

San Quirino fue un obispo cristiano del siglo IV, en la ciudad de Siscia,  hoy  Sisak, en Croacia. Vivió durante la persecución de Diocleciano (iniciada en 303 d.C.), una de las más feroces del Imperio Romano.

En el año 309, Quirino fue arrestado por profesar la fe cristiana y por continuar su labor a pesar de las amenazas del Imperio. Por esto, fue llevado a prisión, y durante su tiempo encarcelado, no dejó de predicar, de hecho, se dice que convirtió a su propio carcelero al cristianismo. 

Las versiones sobre su muerte varían ligeramente, pero se cree que fue arrojado al río con una piedra atada al cuello y pese a esto, su cuerpo fue recuperado por los cristianos y conservado con veneración.

Durante los siglos siguientes, las reliquias de San Quirino fueron trasladadas a Italia y en algún momento reposaron en la Basílica de San Lorenzo, en Tívoli, por lo que a veces se le llama también San Quirino de Tívoli. Actualmente, su cuerpo descansa en la Basílica de San Sebastián Extramuros, en Roma.

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Historia de San Francisco Caracciolo

Francisco Caracciolo nació en una familia noble en Villa Santa María, Italia, en donde desde niño fue muy devoto, pues rezaba el rosario, ayunaba los sábados y vestía el hábito del Carmen.

A los 22 años sufrió una enfermedad grave, una forma de elefantiasis, que deformó su cuerpo, por lo que prometió entregarse a Dios si sanaba.  Al final, sí se curó y, fiel a su promesa, se hizo sacerdote.

Durante su vida, se dedicó a los más pobres en donde visitaba enfermos, asistía a condenados a muerte y servía en hospitales y prisiones. 

En 1588, por un error al recibir una carta que no era para él, terminó fundando una nueva orden religiosa junto a otros dos hombres; a esta orden le añadió un cuarto voto: no aceptar cargos ni beneficios eclesiásticos. 

Viajó a España en 1589 para extender la orden, pero fue un fracaso: enfermó, y su compañero murió, pero a pesar de todo, volvió a España en 1601 y fundó una casa en Valladolid. Murió en 1608, en Loreto, mientras rezaba, y fue canonizado en 1807.

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