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¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 18 de junio de 2025
Santa Marina de Bitinia y a San Gregorio Barbarigo, quienes dedicaron su vida a la fe, son recordados este día por la Iglesia Católica
FOTO: ¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 18 de junio de 2025
La Iglesia Católica celebra este 18 de junio a dos santos importantes de la religión, a Santa Marina de Bitinia y a San Gregorio Barbarigo.
Historia de Santa Marina de Bitinia
Santa Marina de Bitinia (también conocida como Marina la Monja o Marina la Joven) es una santa venerada especialmente en Oriente.
Su madre murió cuando ella era muy joven, y fue criada por su padre, un hombre que deseaba consagrarse a Dios entrando en un monasterio.
Sin embargo, como las normas monásticas no permitían la entrada de mujeres, Marina decidió disfrazarse de hombre para poder acompañarlo.
Adoptó el nombre de Marino y vivió como monje junto a su padre y tras la muerte de este, Marina continuó sola su vida en el monasterio, manteniendo en secreto su verdadera identidad.
La parte más famosa de su historia relata que mientras vivía en el monasterio, fue falsamente acusada de haber dejado embarazada a la hija de un posadero.
El padre de la joven había alojado a varios monjes en su casa, y uno de los huéspedes había cometido el acto, pero la joven acusó a "el monje Marino".
A pesar de su inocencia, Marina no se defendió ni reveló su verdadero sexo, por lo que expulsada del monasterio y pasó varios años viviendo fuera, en extrema pobreza y humillación, cuidando al hijo nacido de esa relación como si fuera suyo.
Finalmente, Marina fue readmitida en el monasterio, pero al poco tiempo después, murió. Cuando los monjes preparaban su cuerpo para el entierro, descubrieron que en realidad era una mujer.
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Historia de San Gregorio Barbarigo
Gregorio Barbarigo nació en Venecia en 1625. Su madre falleció cuando él tenía dos años, por lo que su padre se hizo cargo del hasta 1643, año en que lo envió a Münster (Alemania).
Allí conoció al cardenal Fabio Chigi, futuro Papa Alejandro VII, quien sería clave en su vida.
Estudió en Padua y se ordenó sacerdote a los 30 años y ya como Papa, Alejandro VII lo llamó a Roma y le encargó organizar la ayuda a los enfermos durante una nueva epidemia de peste.
En 1657 fue nombrado obispo de Bérgamo y en 1664 de Padua. Siguió el modelo de San Carlos Borromeo: vendió sus bienes, vivió con austeridad, recorrió todas sus parroquias, ayudó a los enfermos y enseñó catecismo.
En 1658 fue hecho cardenal y desde Roma, trabajó activamente por la reunificación con las Iglesias orientales y participó en varios cónclaves. Fue consejero del Papa Inocencio XI.
Murió en 1697, pero fue beatificado en 1761 y canonizado en 1960 por Juan XXIII, quien también era de Bergamo.
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