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Cosas raras que comen los mazatlecos y no lo sabías
Aquí te decimos cuáles son los platillos que solo un pata salada disfruta comer
FOTO: Cosas raras que comen los mazatlecos y no lo sabías
Si alguna vez has paseado por el puerto de Mazatlán y te has creído aventurero por probar un aguachile o una maruchan, espera a conocer la fusión de sabores que los mazatlecos han convertido en parte de su día a día.
Aquí no se trata solo de pescados frescos o mariscos recién salidos del mar, sino de platillos inusuales que, aunque pueden sonar extraños para quien los escucha por primera vez, forman parte de la identidad gastronómica del puerto.
Comidas raras, sí, pero normales para el mazatleco, ¿Quieres saber cuáles son? Aquí te van dos de los favoritos que seguro te harán decir: "¿A poco eso se come?".
Taco dorado, ¿De aguachile?
Solo imagina, un taco dorado relleno de frijol refrito, crujiente por fuera y suave por dentro, bañado en aguachile verde de camarón; este peculiar platillo ha ganado el corazón y el paladar de los locales.
El secreto no solo está en el contraste de texturas y sabores, sino en el toque del aderezo especial del chef, que lo cubre como si fuera una salsa de taco.
Este taco se acompaña con cebolla morada, rodajas de pepino y mucho limón; lo que para otros puede sonar como una locura culinaria, en Mazatlán es una delicia cotidiana y lo puedes encontrar en diferentes restaurantes de mariscos.
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Birria con sopa instantánea
Otro manjar local que se ha vuelto tendencia es la famosa birria con maruchan, mejor conocida como birriamén.
Esta es una combinación explosiva de caldo espeso, carne suave de birria y fideos instantáneos que sorprende a quienes se atreven a probarla.
Uno de los lugares más recomendados por locales es la "Birriería San Francisco", que cuenta con dos sucursales, una en Hacienda del Seminario y otra más en avenida Rafael Buelna, justo frente al Banco Banorte.
Aquí, el birriamén se sirve con cilantro fresco, cebollita picada, limón y una salsa que levanta muertos.
Más allá de lo excéntrico, estos platillos hablan de la creatividad, el orgullo y la identidad gastronómica del mazatleco, pues aunque parecen combinaciones salidas de un experimento de cocina, se han convertido en tradición.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que estés en Mazatlán, olvídate por un momento del pescado zarandeado o los camarones en sus diferentes presentaciones, atrévete a probar lo que los verdaderos patas saladas comen con gusto y sin miedo.
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