Opinión
Tláloc nos favorece. Se reduce la sequía
Alguien tiene que decirlo
07/14/2025
Según el Banco Mundial, invertir en agua es invertir en el crecimiento económico, en la generación de empleos de calidad y en la reducción de la pobreza. El agua no sólo ha posible la vida tal y como la conocemos, sino que, además, nos permite cultivar alimentos, mejora los ecosistemas e impulsa las economías.
Sin embargo, a nivel mundial, los retos son grandes: más de 2,200 millones de personas que no disponen de agua potable gestionada de manera segura (28% de la población) y 3,500 millones de personas carecían de saneamiento (44%). Por lo tanto, para alcanzar la cobertura universal, que es la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tendría que invertirse 6 veces más recursos en agua potable y 5 veces más en saneamiento.
En México, el 76% del agua se destina a las actividades agropecuarias, el 9% a la industria y 15% al abastecimiento público, pero en Sinaloa, el uso del agua en el campo sube al 94% y se estima que entre el 40% y el 50% del agua se desperdicia en su camino, desde la presa hasta llegar a las parcelas de los productores, por problemas de conducción, filtración y evaporación.
En este sentido, para Sinaloa, un estado primario, cuya vocación es producir alimentos para los 130 millones de mexicanos, y donde el 11% de nuestra economía y el 14% de los empleos los genera el campo, la falta de agua y los efectos de la sequía tienen un gran impacto en la vida cotidiana de los 3.2 millones de habitantes.
Por lo anterior, es importante destacar que el inicio de la temporada de ciclones tropicales 2025 ha reducido significativamente los problemas de sequía. Por ejemplo, a finales de mayo de 2025, a nivel nacional, el 40% del territorio tenía sequía y eso afectaba a 388 municipios, mientras que, para finales de junio, la sequía bajó al 21.8% del territorio y eso implicaba 173 municipios, es decir, en 1 mes se redujeron a la mitad los problemas de sequía.
En el caso de Sinaloa, en mayo de 2025, el 22% de la población enfrentaba sequía extrema y el 73% sequía excepcional, eso quiere decir que el 95% de los sinaloenses nos ubicábamos en los 2 niveles más graves de la sequía, según Conagua.
Actualmente, el 8% de los sinaloenses viven en condiciones anormalmente secas, el 24% en sequía moderada, 36% en sequía severa y 32% en sequía extrema, pero ningún sinaloense vive en sequía excepcional, comparado con mayo cuando era el 73% de la población.
Particularmente, los municipios que más han mejorado son: El Fuerte, que tenía sequía excepcional y hoy enfrenta sequía extrema; Choix, que pasó de sequía excepcional a sequía severa; Ahome, Juan José Ríos y Sinaloa, que pasaron de sequía excepcional a sequía extrema; Culiacán y Eldorado, que pasaron de sequía excepcional a sequía severa; Cosalá y Elota que pasaron de sequía excepcional a anormalmente seco; y San Ignacio y Mazatlán que pasaron de sequía excepcional a sequía moderada.
Además, hoy las presas disponen de 1,834 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa el 11.7% de su capacidad, comparado con el 6.3% de finales de mes de mayo de 2025.
Cabe señalar que para un ciclo de otoño-invierno normal se necesitan alrededor de 8,000 millones de metros cúbicos de agua, así que el camino sigue siendo largo, pero estamos empezando con el pie derecho.
Por eso, le pregunto estimado lector: en su vida diaria, en su trabajo o negocio, ¿cómo le ha afectado la sequía?
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