Policiaca

Eran dos decapitados los restos humanos hallados en noria de Tamazula II en Guamúchil

La Fiscalía analizará los restos para determinar identidad, temporalidad y posible vínculo con víctimas desaparecidas en la región.

Ernesto Torres
05/12/25

Eran dos decapitados los restos humanos hallados en noria de Tamazula II en Guamúchil

El pasado martes recuperaran restos óseos humanos de una noria en un predio agrícola cerca de la sindicatura de Villa Benito Juárez - Tamazula II- en el municipio de Salvador Alvarado y fuentes de la Fiscalía informaron que corresponden a dos víctimas, pero no localizaron los cráneos, al parecer los arrojaron decapitados.

El hallazgo se registró la tarde del pasado martes 2 de diciembre, donde integrantes del colectivo Sabuesos Guerreras junto con personal de la Fiscalía localizaron restos humanos dentro de otra noria, tras siete años de solicitudes ignoradas por una madre buscadora.

Imagen Placeholder

El operativo se desarrolló en un predio agrícola de la sindicatura Villa Benito Juárez, también conocida como Tamazula II, donde integrantes del colectivo Sabuesos Guerreras solicitaron a las autoridades inspeccionar el sitio ante la sospecha de que pudiera haber restos humanos en el fondo del pozo.

Los trabajos fueron encabezados por personal de la Fiscalía General del Estado y peritos especializados con apoyo de Bomberos Guamúchil, quienes realizaron una operación de rescate que se prolongó por aproximadamente cinco horas.

El pozo tiene una profundidad de 30 metros hasta el nivel del agua y 10 metros adicionales de zona sumergida, con un ancho de tres metros que permitió la entrada del equipo, aunque en condiciones adversas debido a la alta contaminación.

Imagen Placeholder

Eran dos decapitados

Como parte del proceso, los rescatistas efectuaron ocho descensos y realizaron más de diez ingresos de la canastilla, extrayendo cerca de 18 cargas de lodo, basura y restos humanos.

Entre lo recuperado se contabilizaron alrededor de 80 piezas óseas pertenecientes a dos esqueletos casi completos; sin embargo, los cráneos de ambas víctimas no fueron localizados, lo que se presume que podrían haber sido arrojados al pozo ya decapitados.

Según la información de los cuerpos de auxilio que ingresaron, el ambiente en el interior de la noria complicó las maniobras, ya qué había agua estancada, basura, envases de medicamentos y residuos del proceso de descomposición.

Imagen Placeholder

Aunque el personal contaba con protección respiratoria, en varias ocasiones fue necesario retirarla para coordinar las acciones, lo que aumentó el riesgo de la labor. Pues el fondo del pozo contenía una gruesa acumulación de lodo, ramas, palos y bolsas, elementos que dificultaron la extracción y podrían indicar que en algún momento la noria fue utilizada para ocultar cuerpos o deshacerse de evidencia

Entre los huesos recuperados se identificaron fémures, costillas, mandíbulas y otros huesos largos. Sin embargo, los cráneos no fueron localizados.

La Fiscalía General del Estado determinará si será necesario regresar a la noria para continuar con la búsqueda de más restos, ya que el nivel de contaminación y profundidad dificulta asegurar que no existan más piezas óseas en el fondo.

Imagen Placeholder

Las piezas recuperadas serán analizadas por especialistas en genética forense para identificar a las víctimas y determinar si corresponden a personas reportadas como desaparecidas, y que fueron parte de la base de datos de la Comisión Estatal de Búsqueda.

Siete años de insistencia

El hallazgo se registró después de que una madre rastreadora lograra que, tras siete años de insistencia, la Fiscalía inspeccionara la noria en la zona de Tamazula II.

Un punto donde además de los restos humanos, encontraron también prendas de vestir y bolsas negras, reforzando la sospecha de que estos pozos agrícolas fueron utilizados por grupos delincuenciales para ocultar cuerpos de víctimas de desaparición forzada.

Te puede interesar:

×