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¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del jueves 19 de junio de 2025
La iglesia católica celebra hoy al fundador de la orden camaldulense y a la fundadora de las "Manteladas", ambos dedicados a la fe

FOTO: ¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del jueves 19 de junio de 2025
Este jueves 19 de junio de 2025, la Iglesia católica celebra a dos destacados santos medievales, reconocidos por su profunda entrega a la vida espiritual.
El santoral de hoy recuerda a San Romualdo, fundador de la orden camaldulense, quien opto por el silencio como camino hacia Dios; y Santa Juliana Falconieri, fundadora de las "Manteladas", rama femenina de los Siervos de María.
Historia de Santa Juliana Falconieri
Juliana Falconieri nació en Florencia a finales del siglo XIII, en una familia rica y noble. Hermosa e inteligente, recibió muchas propuestas de matrimonio, pero las rechazó todas. Desde joven, prefirió la vida de oración y servicio, inspirada por su tío, san Alessio Falconieri, fundador de los Siervos de María.
Pronto comenzó a vestir un manto oscuro, como símbolo de renuncia al mundo. Otras jóvenes la siguieron, y así nació el grupo de las "Manteladas", mujeres dedicadas a la oración, el ayuno y la caridad en una Florencia dividida por odios políticos.
Con los años, Juliana se convirtió en guía espiritual de este grupo, que fue reconocido como la rama femenina de los Siervos de María.
En sus últimos años, una enfermedad le impidió alimentarse, y tampoco podía recibir la Eucaristía. El 19 de junio de 1341, pidió que le colocaran la hostia sobre el pecho. Según la tradición, la hostia desapareció milagrosamente, y al morir, las monjas encontraron una marca púrpura en su corazón, del tamaño exacto de una hostia.
Fue canonizada en 1737 por el papa Clemente XII, y hasta hoy las religiosas "manteladas" llevan esa marca en su hábito, como símbolo de su fundadora.

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Historia de San Romualdo
Romualdo nació en el año 952, en Rávena, dentro de una familia noble. Sin embargo, su vida dio un giro radical tras presenciar un sangriento duelo familiar entre su padre y un pariente. Este hecho lo marcó profundamente y lo llevó a buscar el perdón y la paz interior en la vida monástica.
Ingresó al monasterio de San Apolinar en Classe junto a su padre, iniciando así una vida de penitencia, oración y recogimiento.
En Venecia, se puso bajo la guía del ermitaño Marino, y más tarde conoció al reformador Guarino, con quien viajó a Cataluña, donde permaneció durante diez años para completar su formación.

Aunque fue nombrado abad en varias ocasiones, renunció una y otra vez, sintiendo que su verdadera vocación era la vida solitaria; incluso se dice incluso que, en ciertos momentos, eligió el silencio absoluto como forma de predicación.
En el año 1012, durante una de sus peregrinaciones, llegó al Casentino, donde recibió en donación un terreno en un lugar llamado Camaldoli, por parte del conde Maldolo de Arezzo.
Allí fundó una ermita y un hospicio, dando origen a la congregación camaldulense, una comunidad que combinaba la vida en grupo con el retiro en soledad, donde cada monje vivía apartado, dedicado al silencio, la oración y la contemplación.
Pero incluso este logro no detuvo a Romualdo, ya que continuó su camino hasta la región de Le Marche, donde fundó su último monasterio, en la Val di Castro.
Fue allí donde, tras una vida de viajes, renuncias y silencios, murió en paz el 19 de junio del año 1027, en una pequeña celda que había reservado solo para él.
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