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Despiden con emotivo homenaje a don Luis "El Señor de los Cintos", personaje icónico del centro de Los Mochis
El cortejo fúnebre pasó por la calle Zaragoza e hizo una pausa frente al local donde por años ofreció cintos y corbatas con su singular voz.
Así despidieron a don Luis Santana Tolentino, conocido por generaciones como "El Señor de los Cintos" . FOTO: Luz Noticias.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo despidieron a don Luis Santana Tolentino, conocido por generaciones como "El Señor de los Cintos" o "El Chiflador", quien falleció a los 97 años el miércoles 18 de junio de 2025, dejando un vacío profundo en el corazón de la ciudad de Los Mochis.
El emotivo homenaje inició con una misa de cuerpo presente en la sala A de la funeraria Moreh, a las 15:00 horas de hoy jueves, oficiada por el sacerdote Gabino Gastélum, de la parroquia del Nuestra Rosario del ejido Morelos.
Cortejo fúnebre
Posteriormente, a las 16:30 horas, el cortejo fúnebre recorrió por última vez el centro de la ciudad, haciendo una parada especial en el puesto del mercado Juárez, donde don Luis pasó gran parte de su vida trabajando.
Ahí un par de ocasiones pusieron un corrido que le compusieron donde narraban su vida, su forma de pensar y sobre todo lo que representaba para la ciudad de Los Mochis el hombre que se volvió todo un personaje.
Posteriormente, sus familiares agradecieron el amor que le han tenido, no solamente a sus compañeros de trabajo sino a toda la población, y pidieron siempre recordar a don Luis como el señor que chiflaba mientras vendía los cintos.
Ahí, justo en su sitio habitual, junto a la tienda Novedades Tere sobre la calle Ignacio Zaragoza y el callejón Agustín Melgar, ofrecía con voz firme y su característico silbido: "¡Cintos, corbatas, moños, pantalones!"
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La última morada
Finalmente, sus restos fueron trasladados al panteón municipal viejo, ubicado al pie del Cerro de la Memoria, donde ahora descansará.
Don Luis no sólo era un vendedor. Su figura se volvió parte del paisaje urbano del centro mochitense. Con un banquito, su mercancía al hombro, una sonrisa lista y un saludo cordial, fue testigo de generaciones enteras, desde jóvenes que compraban su primer cinto hasta adultos que regresaban por nostalgia.
Incluso, su estilo y voz inspiraron una canción de Beto Piteado titulada "Cintos para cholos", un tributo con humor que retomaba su célebre frase con cariño.
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