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¿Quién será el próximo Papa tras la muerte de Francisco?

Entre 138 cardenales electores, emergen nombres europeos, africanos y asiáticos con distintos perfiles que podrían marcar continuidad o ruptura con el pontificado de Bergoglio.

Adriana Ochoa
21/04/25

¿Quién será el próximo Papa tras la muerte de Francisco?

FOTO: Luz Noticias.

La madrugada del 21 de abril marcó un antes y un después para la Iglesia Católica: la muerte del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, puso fin a un papado que buscó modernizar a la Iglesia, acercándola a los marginados y apostando por un enfoque pastoral inclusivo.

Ahora, la mirada del mundo se centra en el próximo cónclave y la crucial decisión de los cardenales: ¿quién ocupará la silla de San Pedro?

El proceso está en marcha. Son 138 los cardenales menores de 80 años que integran el cónclave, quienes se reunirán en la Capilla Sixtina para deliberar en completo aislamiento hasta alcanzar el consenso necesario: dos tercios de los votos.

¿Continuidad o giro conservador?

"La gran pregunta que deben responder los cardenales es si desean continuidad con el legado de Francisco o un giro más tradicional", afirma Inés San Martín, periodista especializada en el Vaticano. La elección no solo recae sobre personas, sino también sobre el rumbo que tomará la Iglesia: más apertura o mayor ortodoxia.

Los favoritos y los "tapados"

  • Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano. Italiano, moderado, con fuerte perfil diplomático, representa una continuidad de Francisco. Sin embargo, la historia juega en su contra: tradicionalmente los secretarios de Estado no son elegidos Papa.
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  • Peter Erdö, de tendencia conservadora, es un cardenal húngaro, conocido por su postura firme sobre temas como el matrimonio y la diversidad sexual. Aunque alguna vez fue candidato con peso, su influencia ha disminuido en los últimos años.
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  • Luis Antonio Tagle, el filipino destaca por su carisma pastoral y su postura inclusiva. A sus 67 años, representa el ala progresista del Vaticano, pero algunos cardenales podrían cuestionar su capacidad administrativa.
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  • Matteo Zuppi, cercano a Francisco, es italiano defensor del diálogo ecuménico y activo en diplomacia de paz. Sin embargo, su bajo perfil y la resistencia conservadora podrían jugarle en contra.
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África toma protagonismo

Los ojos también están puestos en África. El congoleño Fridolin Ambongo Besungu y el nigeriano Peter Ebere Okpaleke son dos figuras clave. El primero, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, es conservador, pero con matices propios del contexto africano.

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El segundo, de perfil más moderado, es considerado un "tapado" con posibilidades reales.

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Otras figuras relevantes

El cardenal Charles Maung Bo, de Myanmar, es reconocido por su defensa de los derechos humanos frente al régimen militar. Su experiencia pastoral y su gestión en contextos de conflicto lo posicionan como una opción moralmente fuerte.

En tanto, Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, combina la experiencia europea con una mirada misionera, lo que podría atraer a los cardenales que buscan una figura que trascienda los bloques tradicionales.

¿Y los latinoamericanos?

Aunque Francisco fue el primer Papa del continente, las posibilidades de otro latinoamericano son escasas. De los ocho cardenales argentinos, solo cuatro podrán votar en el cónclave. Entre ellos, destacan Ángel Sixto Rossi, jesuita comprometido con la justicia social, y Mario Aurelio Poli, exarzobispo de Buenos Aires con experiencia en diálogo interreligioso.

Un proceso milenario

El cónclave se realizará bajo estrictas reglas de confidencialidad. Aislados del mundo, los cardenales participarán en votaciones diarias hasta cuatro por jornada hasta que un candidato obtenga la mayoría requerida. Solo entonces aparecerá la señal más esperada: la fumata blanca, anunciando que "tenemos Papa".

El próximo pontífice tendrá el desafío de equilibrar tradición y modernidad, atender las demandas de una Iglesia global y continuar o reformular el legado de Francisco. El mundo católico espera.

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