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¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del jueves 22 de mayo de 2025
Este día se celebra a dos mujeres santificadas de la Iglesia Católica, una conocida por ser la Santa de lo Imposible y otra por ser mártir
FOTO: ¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del jueves 22 de mayo de 2025
El santoral de hoy recuerda a dos mujeres santificadas de la Iglesia Católica, quienes vivieron su vida con fe en Dios.
Este 22 de mayo, la Santa Sede revela en su portal oficial que se conmemora a Santa Rita de Casia, conocida como la Santa de lo Imposible, y a Santa Julia de Córcega, también conocida como Santa Julia Virgen.
Historia de Santa Rita de Casia
Santa Rita de Casia, nacida como Margarita Lotti en 1371 en Roccaporena, (Italia), es conocida como la santa de lo imposible y la santa de las rosas.
Hija única de campesinos, fue educada por los agustinos en Casia, donde fue fiel devota de San Agustín, San Juan Bautista y San Nicolás de Tolentino.
A los 14 años, se casó con Paolo di Ferdinando Mancino y tuvieron dos hijos, pero tras el asesinato de su esposo, temiendo que los niños buscaran venganza, los protegió de ese destino. Ambos hijos murieron jóvenes, lo que Rita interpretó como una misericordia divina.
Viuda y sin hijos, buscó ser monja agustina en Casia, pero fue rechazada, pero, fue aceptada a los 36 años.
En 1432 recibió un estigma en la frente, como herida de la corona de espinas de Cristo, que llevó por 15 años. Poco antes de morir, pidió una rosa y dos higos de su huerto natal en el mes de enero, convirtiéndose en un milagro porque su prima los encontró floreciendo en medio del invierno.
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Historia de Santa Julia de Córcega
Santa Julia, también conocida como Santa Julia, Virgen y Mártir, fue una joven cristiana originaria de Cartago que fue vendida como esclava tras la caída de su ciudad.
Santa Julia nació en Cartago (actual Túnez), ciudad cristiana arrasada por las persecuciones del Imperio Romano.
Capturada y vendida como esclava, fue comprada por un pagano llamado Eusebio, pero durante un viaje marítimo, la embarcación de su amo se detuvo en Nonza, en el Cabo Corso (Córcega).
Mientras Eusebio participaba en una fiesta pagana, unos lugareños secuestraron a Julia y al negarse a renunciar a su fe, fue brutalmente torturada: azotada, arrancaron su cabello, y finalmente fue crucificada.
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