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Joven muere tras comer un pastel que le enviaron de regalo a su casa; su amiga confesó ser la culpable
La tarde del viernes, Ana recibió un paquete anónimo en la puerta de su casa. El contenido: un pastel decorado y dos notas románticas.
FOTO: Mujer muere tras comer pastel que le fue regalado.
Lo que parecía un inocente y romántico regalo de cumpleaños terminó en una tragedia que ha conmocionado a toda una comunidad. Ana Neves, una adolescente brasileña de 17 años, falleció tras ingerir un pastel envenenado que le fue entregado en su domicilio, acompañado de cartas de amor. Días después, las autoridades revelaron que una de sus amigas cercanas confesó haber sido la responsable del acto.
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El engañoso regalo que terminó en tragedia
La tarde del viernes, Ana recibió un paquete anónimo en la puerta de su casa. El contenido: un pastel decorado y dos notas románticas. Una de ellas decía: "Un regalo para la chica más hermosa que he visto en mi vida". La otra, igual de conmovedora: "La chica más dulce y con la personalidad más increíble".
Creyendo que se trataba de un admirador secreto, la joven compartió su emoción con sus amigos por WhatsApp e incluso grabó mensajes de voz celebrando el gesto. Sin sospechar lo que contenía el pastel, lo consumió.
Horas más tarde, Ana comenzó a sentirse mal y fue llevada al hospital. Pese a los síntomas, los médicos no detectaron signos de alarma y le dieron el alta esa misma noche. La adolescente volvió a su casa, donde continuó celebrando, acompañada de sus amigas, incluida quien luego sería identificada como la responsable del envenenamiento.
La autopsia reveló la verdad: arsénico
Al día siguiente, el estado de salud de Ana se deterioró súbitamente. Sufrió una descompensación en el baño y fue trasladada de emergencia al hospital. A pesar de los esfuerzos médicos, la joven falleció. La autopsia concluyó que la causa fue un paro cardíaco provocado por intoxicación con arsénico, una sustancia altamente tóxica.
Su padre, Silvio das Neves, reveló con dolor que la sospechosa estuvo presente en todo momento. "Estuvo en mi casa, vio cómo mi hija se enfermaba, me abrazó tras su muerte y nunca dijo nada", declaró a medios locales.
La confesión: lo hizo por rencor
La clave del caso vino del testimonio del repartidor que entregó el pastel, quien permitió identificar a la autora del encargo. Se trataba de una amiga de Ana, también menor de edad, quien confesó haber planeado el ataque. Acompañada por su madre, primero negó todo, pero luego admitió haber comprado el arsénico por internet y haberlo mezclado con el pastel que adquirió en una pastelería local.
Aunque aseguró que no tenía la intención de matar a Ana, sino solo "asustarla", la gravedad del caso se incrementó al revelar que no era la primera vez que envenenaba a alguien. El pasado 15 de mayo, envenenó a otra compañera, Kamilly da Silva, quien presentó síntomas de intoxicación pero logró sobrevivir y no presentó denuncia.
La agresora confesó que actuó motivada por rencor y celos, incapaz de superar antiguas relaciones y conflictos personales con las víctimas.
Investigación en curso
Las autoridades brasileñas continúan las investigaciones, mientras la comunidad se encuentra consternada ante un crimen que parece sacado de una novela de suspenso, pero que terminó con la vida de una joven llena de ilusiones.
Ana Neves será recordada como una adolescente alegre y carismática, cuya vida fue arrebatada por la traición de alguien en quien confiaba. Mientras tanto, la justicia brasileña analiza cómo proceder legalmente contra la responsable, dada su condición de menor de edad.
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