¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del martes 8 de julio de 2025

Este 8 de julio, la Iglesia Católica celebra a dos santos, quienes son recordados por ser amigos de Pablo de Tarso, el apóstol. 

Aquila y Priscila fue una pareja de esposos que vivieron en el primer siglo y juntos, son celebrados por su historia llena de fe. 

Historia de Aquila y Priscila

Aquila era un judío nacido en Ponto, una región de lo que hoy es Turquía, y en algún momento de su vida emigró a Roma, donde conoció a Priscila, una mujer romana. 

Se enamoraron, se casaron y empezaron una vida juntos, trabajando como fabricantes de tiendas (posiblemente cortinas o carpas).

Su vida dio un giro cuando se convirtieron al cristianismo, sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que tuvieron que dejar Roma, ya que en el año 49, el emperador Claudio expulsó a todos los judíos de la ciudad, acusándolos de causar disturbios. 

Aquila y Priscila tuvieron que empacar sus cosas y mudarse a Corinto, una ciudad grande y llena de vida en Grecia.

Fue en Corinto donde conocieron a Pablo de Tarso, el apóstol, a quien recibieron en su casa como a un amigo y lo hicieron parte de su vida diaria, incluso trabajando con él en su oficio para que no le faltara nada. 

Más adelante, acompañaron a Pablo en parte de su viaje misionero y se quedaron a vivir en Éfeso, una ciudad importante del mundo antiguo.

Allí, continuaron con su negocio y también ayudaron activamente a formar a nuevos cristianos. Uno de ellos fue Apolo, un judío muy culto, al que le explicaron con paciencia y claridad el mensaje de Jesús.

La casa de Aquila y Priscila en Éfeso se convirtió en un lugar de encuentro para los primeros cristianos, ya que era un espacio de acogida, de oración y de celebración. 

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Pablo estaba tan agradecido con ellos que, en una de sus cartas, escribió que arriesgaron la vida para salvar la suya.

Tiempo después, cuando se levantó la orden de expulsión en Roma, regresaron a la ciudad. No se sabe con certeza cómo murieron, pero su testimonio quedó grabado en la historia. 

Algunos creen que Priscila fue mártir, y que está relacionada con la iglesia de Santa Prisca en Roma, y otros piensan que fue la propietaria de las Catacumbas de la Vía Salaria.

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