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¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 30 de julio de 2025

La santa sede señala en su portal que en este día se recuerda a tres personajes del cristianismo quienes defendieron su fe contra todo obstáculo

Ingrid Mateos
30/07/25

¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 30 de julio de 2025

FOTO: ¿Qué santo se celebra hoy? Santoral del miércoles 30 de julio de 2025

La Iglesia Católica revela que el santoral del 30 de julio celebra a tres figuras importantes en la historia de la religión, quienes defendieron su fe hasta las últimas consecuencias

El portal del vaticano señala que este miércoles se recuerda a San Pedro Crisólogo, famoso por sus sermones, y a San Abdón y San Senén, mártires que murieron en Roma

San Pedro Crisólogo

San Pedro Crisólogo fue un obispo muy importante en la ciudad de Ravena, en Italia, durante el siglo V

En esa época, Ravena era una ciudad conocida por ser la capital del Imperio romano de Occidente y pese al ajetreo de la región, Pedro era conocido por ser un hombre tranquilo y lleno de fe, que siempre buscaba la paz.

Pedro se ganó el nombre de "Crisólogo" porque era un gran orador, pues esta palabra significa "el de las palabras de oro". 

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Se dice que sus sermones eran tan sabios y hermosos que incluso los Papas y los reyes quedaban impresionados al escucharlo. Hoy en día se conservan 180 de sus sermones, que no son todos los que escribió,  donde habla sobre Dios, la vida cristiana y la importancia del amor y la humildad.

Este santo aún es recordado, incluido mil años después de su muerte, pues fue declarado Doctor de la Iglesia por su sabiduría y sus enseñanzas.

San Abdón y San Senén

San Abdón y San Senén fueron dos hombres que vivieron en el siglo III en Persia (actual Irán). 

Según la leyenda religiosa, Abdón era el mayor y Senén el más joven y viajaron a Roma, donde ayudaban en secreto a enterrar a los mártires, quienes que morían por su fe, en una época en la que estaba prohibido ser cristiano.

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Durante la persecución del emperador Decio, fueron arrestados por su fe y se les pidió que hicieran sacrificios a los dioses romanos, pero se negaron porque solo creían en Jesucristo

Debido a esto, fueron martirizados, sufriendo la misma suerte de aquellos a quienes ayudaban

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